Dolor Crónico de Cadera-Pubis Albacete
La cadera como nunca antes te la habían explicado, una obra de arquitectura anatómica muy poco comprendida a la hora de solucionar sus dolores.
Para empezar a entender lo que puede estar pasando en tu cadera, lo primero e innegociable que debes conocer es lo siguiente:
La articulación coxofemoral es la que soporta todo el peso corporal, siendo la articulación más difícil de luxar de todo el cuerpo humano.
Empezamos dándote este dato porque tienes que entender que la cadera es una articulación que anatómicamente esta diseñada para generar toda la tensión y compactabilidad que haga falta para cumplir con su función de sostener el peso del cuerpo.
Sabiendo esto, verás con mucha más facilidad la capacidad que tiene nuestra cadera de compensar cualquier disfunción de otras articulaciones, siendo las más típicas cervicales y tobillos.
LA CADERA ES UN ENTRAMADO DE LIGAMENTOS HIPERSENSIBLES
Cada ligamento de nuestro cuerpo es una unidad neurológica a la orden del cerebro, es decir, son excelentes informadores de cambios de tensión o peligro. Y nuestra cadera está plagada de ellos.
Todos estos ligamentos son complices el 100% de las veces en un dolor de cadera y más cuando el dolor es crónico, pues la función anatómica de estos ligamentos es "tensarse" para compactar y proteger la estructura osea, sobre todo cuando existen desequilibrios posturales causados por los tobillos o el cráneo.
Debes imaginarte la cadera humana como la base estructural de la Torre Eifel
¿Cómo se sostendría sin todos los refuerzos de su base?
EL PROBLEMA ES QUE LA BIOLOGÍA NO SON HIERROS, ESTÁ VIVA
tus ligamentos se pueden volver en tu contra, ya que al recibir un sobreestímulo diario (8 h de pie o sentados) generarán un exceso de información a nuestro sistema nervioso central y bastará cualquier pequeño desajuste corporal como una mala pisada o una alteración en las cervicales que hemos mencionado antes para que tu cadera genere una tensión compensatoria extra y aparezca un dolor inexplicable frente a las pruebas de imagen.
A esto súmale que tengas artrosis o algún desgaste típico de la edad (que no tiene culpa de nada) y lo señalen como el culpable principal directamente sin comprobar que está ocurriendo realmente en tu cadera y alrededores. Ese diagnóstico reduccionista puede ser el comienzo de una fobia al movimiento que perpetuará tu dolor en el tiempo creando alarmas por cualquier cosa.
EJEMPLO DE DOLOR CRÓNICO DE CADERA QUE NOS LLEVAMOS ENCONTRANDO AÑOS EN READAPTACIÓN
Dolor punzante lateralizado en la parte posterior de la espalda baja que fluctua, a veces cambia de sitio e incluso termina extendiéndose hacia delante, como un dolor en "C".
Este dolor que en muchas personas se mantiene durante años, no es más que tus ligamentos iliolumbares que o bien están compensando algo más importante en sacro/columna/pubis o bien están sobresaturados de mecanorecepción si trabajamos muchas horas al día sentados.








Esto es solo un ejemplo sencillo de solucionar, pero la realidad es que nos solemos encontrar caderas tremendamente afectadas por otros problemas del cuerpo que nada tienen que ver con ellas. Casos enredados que igualmente tienen solución pero que hay que estudiar detenidamente.
Es imposible determinar el origen de tu dolor de cadera sin analizar tu caso directamente, por ello te recomendamos pedir cita para que nuestros readaptadores estudien el origen neurofuncional de tu dolor.


”Desde hace un año, mi cadera me tenía desesperado, estando a punto de cogerme la baja. Estudiaron todo mi cuerpo, identificaron mi problema y en un mes volví a correr y a trabajar sin dolor..”
- Fran Pardo
Lista de compenadores relacionados con cadera-pubis
Si llevas meses (o años) con dolor de cadera, estancado en tratamientos que no terminan de funcionar, es hora de hacer la pregunta clave: ¿y si el problema no está en la cadera?
La cadera es una de las estructuras más compensatorias del cuerpo. Es el centro de conexión entre la columna, el suelo pélvico y las piernas, y cualquier alteración en estos sistemas puede desencadenar dolor, bloqueos o desgaste prematuro.
Aquí tienes una lista de compensaciones silenciosas que podrían estar afectando tu cadera sin que nadie las haya considerado:
🔸 Bloqueos Articulación lumbosacra
Una falta de movilidad en la zona baja de la columna puede hacer que la cadera se "tense" más de lo debido, generando sobrecarga en sus cartílagos y tendones.
🔸 Ojos y sistema vestibular
Tus ojos y tu equilibrio controlan la postura de tu cabeza, columna y pelvis. Un problema no corregido en estos sistemas puede alterar la forma en que caminas, apoyas el peso y distribuyes las cargas en la cadera.
🔸 Tórax y respiración
La forma en que respiras influye en la estabilidad del core. Si no hay una buena movilidad torácica o usas una respiración superficial, tu cadera y tu suelo pélvico tendrán que adaptarse para evitar oponerse a lo que el tórax le está pidiendo, pues la eficiencia respiratoria está en juego.
🔸 Suelo pélvico
Un suelo pélvico debilitado o hiperactivo cambia la alineación de la pelvis y puede generar tensión en la cadera, afectando la movilidad y provocando dolor en la zona inguinal o glútea.
🔸 Sínfisis púbica (impactos repetidos o presiones continuadas)
Si la sínfisis púbica (la articulación en la parte frontal de la pelvis) está inestable o tensada, la cadera compensará automáticamente con aductores y músculos del glúteo. Este tipo de problema neurofuncional nos lo encontramos en casi todas las caderas con dolor.
🔸 Pisada y tobillos afectan a cadera
Si tu pie no apoya bien, si tienes fascitis plantar, un esguince mal curado o diferencias de carga entre un pie y otro, tu cadera tendrá que ajustar su biomecánica para compensarlo, generando dolor o bloqueos.
🔸 Impactos repetidos en la coxofemoral
Deportistas de carrera, personas que han hecho muchas sentadillas mal ejecutadas o aquellos con impactos repetidos en la cadera pueden desarrollar microtraumas en el cartílago y la articulación, alterando su movilidad sin que se vea en una radiografía. Este tipo de daño o inflamación alterará la función pélvica por completo creando un sin fin de compensaciones.
🔸 Cicatrices abdominales (cesáreas, apendicitis, cirugías previas)
Las cicatrices son huellas neurológicas de por vida que nuestro cerebro protegerá a toda costa de forma prioritaria. Independientemente de que tenga un buen aspecto estético o que hayas tratado adherencias en el pasado, tu cicatriz puede ser un foco de nocicepción activa que esté informando de forma errónea al cerebro continuamente. Esto provocará respuestas de nuestro sistema nervioso central incoherentes inhibiendo musculatura del abdomen y espalda provocando dolores compensatorios inexplicables por cualquier prueba de imagen.
Otras compensaciones a considerar
Dismetría o desajuste en la longitud de las piernas (real o funcional)
Problemas en la articulación sacroilíaca (muy común en mujeres postparto o con hipermovilidad)
Alteraciones en la biomecánica de la rodilla (un mal control de la rodilla afecta directamente a la cadera)
Estrés crónico (la tensión emocional puede aumentar el tono muscular de la cadera y el psoas, generando dolor persistente)
¿Cómo saber qué está afectando tu cadera?
Si llevas tiempo con molestias y por mucho que hayas tratado la inflamación el dolor no ha desaparecido, es posible que estés tratando la cadera cuando el verdadero problema está en otro lugar.
En Atomía, analizamos cómo tu cuerpo se ha adaptado al dolor y buscamos la raíz neurofuncional del problema, para eliminar por completo lo que está causando tu inflamación y cronificación del problema.
👉 Si quieres descubrir qué está afectando tu cadera, pide cita con nosotros.